Cuando he visto desde cuando no he subido nada a mi blog, me he dado cuenta que se me ha pasado este año volando. Ha sido un año en el que no he parado, pero también sumamente enriquecedor. A pesar de ello, me he dado cuenta que no he tenido tiempo de escribir, cosa que no me gusta nada, pero, como dice el Eclesiastés: "Hay un tiempo para todo...". Parece ser que este año no ha sido el mío para escribir. Ahora que se nos está acabando, quiero hacer un pequeño homenaje a mi familia.
Tengo en mi corazón
JOSÉ MANUEL (PEPE)
AMOR JUVENIL
A mi marido
Todo parecía fundirse en la niebla de mi interior. Era una
niña, pero la tristeza inundaba mi alma. Mi sonrisa, incluso mi risa, sólo eran una coraza a la que
me agarraba, como se agarra un naufrago a un pedazo de barco desgajado.
Iba a cumplir quince años y estaba ávida de amor. Necesitaba
que alguien me mirara a los ojos y me dijera que le importaba un poco, aunque
fuera sólo un poco, estaba cansada de regañetas, de
que pareciera que nunca hacía las cosas bien, de ser el
último de la fila en casa y fuera de ella. Necesitaba tener a alguien que me
cogiera la mano y dijera que todo iba a cambiar, que iba a ser lo más
importante en la vida de alguien y… ahí apareciste tú, con sólo mirarte supe
que serías mi compañero.
Cuando yo te conocí abriste una puerta a la esperanza.
Cuando yo te conocí,
sonaba la música
en un viejo tocadiscos
y llenaba el aire
de notas, unidas al olor salobre
del agua del mar.
La brisa suave
de un incipiente verano
acariciaba mi cara,
cara de niña jugando a ser mujer,
con sus quince años
recién estrenados,
con una sonrisa perenne en los labios
y una chispa de tristeza
perdida en sus ojos.
Mirada inocente
que a otra mirada
se abrazó al instante
y ya, nunca, nunca
dejó de abrazar.
Cuando yo te conocí,
encendiste mi vida,
y las olas acunaron
nuestro joven amor.
ESTHER, DANIEL, EVA
TRES
A mis hijos
Tres estrellas que alumbran mi cielo,
y tres flores a punto de abrir.
Tres palomas que empiezan su vuelo,
tres amores que me hacen feliz.
Dos morenos, cual noche sin luna,
una blanca, color de jazmín.
Tres enormes pozos de cariño,
tres motivos por los que vivir.
Tres estrellas que alegran mis noches
y se enredan en mi corazón.
Par de rosas, cual dos bellos broches
y un hermoso clavel reventón.
Cuando entraron, muy quedo, en casa,
fueron como un regalo de Dios.
Yo, una niña jugando a ser madre,
que se abría a un mundo de amor.
Mientras sola, en la noche miraba
sus caritas dormidas, en paz,
yo soñaba con bellas historias
y lloraba de felicidad.
¡Cuántas noches velando sus sueños!
¡Cuántas lágrimas en su enfermedad!
¡Cuántas horas siguiendo sus pasos!
¡Cuántas dudas aún sin aclarar!
¡Cuánto beso prendido en mis labios!
¡Cuántos días pretendiendo lograr
ser la madre con la que contaran,
sin quererles en nada fallar!
Como un soplo pasaron los años,
todo en torno a mi vida cambió;
Los polluelos dejaron el nido
y en mi frente la nieve cayó.
Mas, hay cosas que no cambian nunca
por mil años que pasen. ¡En fin!
Que aún yo sigo a prendiendo a ser madre.
No sé si lo podré conseguir.
¡ YA SON SEIS!
JOSE , YOLANDA Y JAVIER
¡ OCHO!
TAN GUAPOS COMO SUS PADRES
DANIEL Y YOLANDA
NANA MARINERA
Para Daniel
Un barquito de vela
entra en el puerto.
A bordo va mi niño
que está despierto.
Las olas que lo empujan
son de platino.
Mientras ellas lo mecen
duerme mi niño.
Ojitos que miraban
adormilados,
el vaivén de la mar
los ha cerrado.
Sirenitas le cantan,
a mi chiquillo,
una canción de cuna
para dormirlo.
La Luna, curiosona
se nos coló
por la ventana abierta,
y lo acarició.
Olitas de la playa,
no hagáis ruido.
Mi niño marinero,
ya se ha dormido.
VEN CONMIGO
Ven conmigo, mi vida,
vamos al cielo
a buscar, entre todos,
aquel lucero,
el más hermoso,
y que su luz te acompañe
cuando estés solo.
Ven conmigo, mi niño,
vamos al mar,
el rumor de las olas
te arrullará,
y jugaremos
con muchos pececitos
y algún cangrejo.
Duerme niño chiquito,
que yo te velo.
Sueña con bastoncitos
de caramelo,
mil angelitos,
estrellitas de mar
y un caballito.
Tengo un corazón tierno
para amarte,
unos brazos abiertos
para abrazarte,
y mil canciones
que unirán con sus notas
dos ilusiones.
¡¡ DIEZ!!
Porque Jose Y Esther nos hicieron este precioso regalo.
TENGO EN MI CORAZÓN
UNA CUNITA
Tengo en mi corazón
una cunita,
para que en ella duermas
niña bonita.
Si no te tengo cerca,
yo muero, muero,
por besar tu carita
y oler tu pelo.
Niña de mis amores,
cariño mío;
cuando tú me sonríes
pierdo el sentío.
Y cuando me acaricias,
niña, yo siento
un duende, que saltando,
juega en mi pecho.
Mi niña chiquitita
ya se durmió,
y el ángel que la cuida
me sonrió.
OTRA FLOR EN MI JARDÍN
Para Alexis
En mi vida ha aparecido
un nardo, a punto de abrir,
que con su aroma ha venido
a enriquecer mi jardín.
Duérmete niño, en mis brazos,
cerca de mi corazón,
que tan sólo con mirarme
haces crecer mi ilusión.
Ángeles hacen un corro
con sus alas de marfil,
para que juegue mi niño
si no se puede dormir.
Lucerito de los cielos,
ven esta noche a alumbrar
al niño de mis amores,
que dormidito está.
Duérmete, mi niño guapo,
que yo te voy a cantar
una bonita canción
para que puedas soñar.
JAVIER
¡¡¡¡NO HA SIDO UN AÑO DESAPROVECHADO!!!