PLAZA ALTA EN PRIMAVERA
La luz,
el verde
y el blanco
se citaron esta tarde.
El aroma de azahar
envuelve mi alma
prendiéndome en recuerdos inesperados,
en ensueños de otros días.
Aquellos días en los que
con mi vestido almidonado
recorría la plaza llena de juventud,
oliendo los mismos naranjos en flor
y escuchando el mismo rumor
de su fuente.
Las palomas me rodean
y oigo sonar la campana
de la iglesia
llamando a misa de siete.
¡Todo sigue igual!
Todo menos la primavera
y yo.