ARRULLOS
Nieves Buscató G.
La tarde cae en la
plaza
y la luna, sonriente,
traviesa quiere bañarse
en el agua de la fuente.
Un puñado de palomas
blancas, de color de armiño,
a la voz de… ¡vamos todos!
se dirigen hacia el nido.
Se hace el silencio en la noche.
Expectantes, las palomas,
parecen algo esperar;
hasta que un palomo blanco
se dirige hacia el nidal.
Levanta el ala el palomo…
Los arrullos de aquel grupo
se deshacen en arpegios.
Notas que inundan el aire
cuan golondrinas volando
y el sonido de su arrullo
el ama va acariciando.
Sonidos de Andalucía,
de pasodobles camperos,
de flores, colores, mar.
Dedicados a este campo
llamado de Gibraltar.